Amorante: “Traiciono más a la tradición de lo que la mantengo”

“Soy de un pueblo y hago música de pueblo”, así define el músico Iban Urizar su proyecto como Amorante, en el que mezcla sonidos tradicionales y vanguardistas.

Los conciertos de Amorante son todo un viaje, por sonidos que transportan a la tradición y a la vanguardia, por sus letras que pasan por leyendas de Euskadi, o por dramas actuales y atemporales. Un músico frente al público que con todas las herramientas e instrumentos posibles cuenta su relato. Así es Amorante, el proyecto que llevó al músico Iban Urizar a escenarios singulares del festival 17º Ribeira Sacra o Nómade.

La música de Amorante, cuenta, tiene una definición sencilla: “Soy de un pueblo y hago música de pueblo”. Fue ahí, en un pueblo del País Vasco, donde se inició como músico y trompetista, tocando en la banda o en grupos, pasando por varios géneros, hasta que se convirtió en Amorante. “Canto en euskera, que es mi idioma materno, esto me llevó a utilizar elementos tradicionales e historias antiguas que visto con trajes contemporáneos, o sonidos añejos con historias contemporáneas”. Ese binomio se combina con otras inspiraciones, con la música electrónica, con el juego con muchos estilos formando una amalgama que como él mismo dice “de alguna forma cobra sentido al final”. 

 Lo cierto es que en los últimos años se han vuelto cada vez más populares artistas que juegan o recuperan tradiciones musicales, para llevarlas a una escena contemporánea con la mezcla de sonidos y géneros. “El miedo que tengo con esto es que se hagan pastiches, es decir, que por utilizar en una canción un instrumento tradicional ya se denomine a esa música como tradicional”, cuenta Amorante.

“Se trata más de una decisión estética que de recuperar algo antiguo”

En las letras de Amorante encontramos tanto historias inspiradas en leyendas o autores y autoras antiguas del País Vasco como narraciones modernas: “Es más una intención estética que de recuperar algo antiguo”, explica. En referencia a su música mezcla de géneros, estilos y sonidos de muchos tiempos Amorante destaca que en lugar de “música tradicional” la catalogaría como “traicional”: “Traiciono más a la tradición de lo que la mantengo”, explica. “Es como tener una mochila en la que metes todas tus experiencias musicales, las cuales sacas y pones en orden para elaborar un discurso musical, si eso me coloca en una escena cercana a la música tradicional bienvenida sea”. 

El resultado se ve reflejado en trabajos como “Harri Herri Har”, su último álbum, que llevó a muchos lugares donde “no me entienden cuando canto”. Una barrera que fácilmente se diluye: “Al final  conectamos mediante sensaciones. Esa es la verdadera hiperconectividad y no utilizar el wifi. La mayor conexión que podemos conseguir entre nosotros no se hace mediante un cable y la música es la razón de muchas de esas conexiones, una de las cosas de las que más agradecido estoy es esto”.